Echaremos de menos sus paseos hacia el regueiro y sus largas conversaciones, ya que nunca tenía prisa. Cuando se muere alguien siempre se dice "era una buena persona" aunque hubiera sido lo contrario, pero en este caso si que podemos decir que Benilde nunca hizo daño a nadie y si alguna vez lo hizo fue inconscientemente y sin malicia.
Se fue uno de los pocos vecinos que aún quedan en el Villar.
¡Buen viaje!
Era agradable encontrarse donde fuere (en Cangas o en el Villar ...)con Benilde, siempre te saludaba con una sonrisa y se quejaba de que no tenía ganas de caminar, que ella se iba a sentar a esperar a su hermana Sina y a su cuñado que iban unos cuantos pasos delante de ella.
ResponderEliminarSí que era una bellísima persona, si existe "el cielo" ella seguro que está allí y sino, pues ahí queda este homenaje que le has brindado en tu blog, Gonzalo, ha sido todo un detalle de tu parte y a mí me ha gustado mucho esta entrada y la foto ...
Un saludo y a ver cuándo nos cuelgas otra entrada,