Hacía varios años que no asistía a la misa de la Virgen del Carmen y me llevé una gran sorpresa al ver la cantidad de gente que se había reunido en Taladrid, a pesar de la despoblación que sufren los pueblos de nuestra parroquia.
Los allí reunidos asistimos a una misa solemne en honor a la Virgen del Carmen,oficiada por dos párrocos. A esto le siguió la procesión de la imagen
y el ramo, tarea que corresponde a quien se compromete
a organizar la fiesta del año siguiente.
Terminada la misa nos dirigimos al "prao de Buelta",donde se encontraba el baile vermut,
amenizado en ésta ocasión por el
incombustible Agustín.
A continuación, cada familia se reune en un particular picnic,donde mientras se deleitan con sus ricos manjares disfrutan observando
las maravillosas vistas que ofrece Taladrid.
